Dominar nuevos idiomas es algo cada vez más importante en el mundo formativo y laboral. Y siempre se dice que cuanto antes se comience, más fácil resulta aprender otra lengua. Pero… ¿Cuándo es el mejor momento para empezar a aprender un nuevo idioma?

Aprender otras lenguas más allá de nuestro idioma materno es una decisión que puede traernos grandes beneficios. Desde conseguir más y mejores salidas profesionales para nuestro futuro laboral, hasta abrirnos una gran cantidad de puertas en el aspecto personal. Todo el mundo coincide: conocer nuevos idiomas es algo que únicamente trae consecuencias positivas. De hecho, cada vez se otorga más importancia a comenzar a estudiar otras lenguas pronto.

Sin embargo, este último punto, el de cuándo comenzar a estudiar otros idiomas, suele generar dudas. ¿Desde muy pequeños? ¿Mejor esperar un poco? ¿A la vez que cuando se entra en el colegio? Lo cierto es que hay opiniones de todos los tipos, así que hoy vamos a dejar claro cuándo sería mejor comenzar a estudiar una segunda lengua. Porque lo cierto es que, aunque muchos prefieran esperar, cuanto antes, mejor.

La mejor etapa para aprender un nuevo idioma

Si nuestro objetivo es aprender idiomas con relativa facilidad, tanta que prácticamente no te des cuenta de que lo estás aprendiendo, lo mejor sería empezar lo más pronto posible. Lo cierto es que no hay una edad exacta en la que resulte mejor para comenzar con estas enseñanzas. Aunque lo que sí que está demostrado es que los niños tienen más facilidad para aprender otras lenguas. Así que lo más sencillo sería decir que nunca es pronto para aprender un nuevo idioma.

La situación se suele complicar a medida que se cumplen años, siendo más difícil comenzar a aprender una nueva lengua ya en edad adulta. Otro aspecto positivo de comenzar cuanto antes a estudiar un idioma diferente al materno tiene que ver con que cada vez será más sencillo aprender otro diferente. Así, el tercer idioma resultará más fácil de dominar, y así sucesivamente.

Los beneficios de aprender idiomas desde niños

Más fácil

Cuanto más pequeños seamos, más sencillo nos resultará aprender el idioma. De hecho, este es el mayor beneficio de comenzar a estudiar idiomas como el inglés o el francés desde una edad temprana tal y como lo aseguran desde el British Council.

Mejor preparación

Aprender otra lengua desde temprana edad sirve para mejorar la atención, sobre todo si hablamos de edades comprendidas entre los 0 y los 6 años. Y esto permite que la memoria y concentración de los pequeños esté más desarrollada.

Mente abierta

Conocer un idioma nuevo no solo es saber decir algunas palabras en él. También sirve para conocer una nueva cultura y otras formas de ver la vida. Quienes estudian idiomas tienen ante ellos la posibilidad de ser más abiertos a nivel mental.

Un perfil más completo

Si hablamos del ámbito profesional y el académico, no hay dudas: cuantos más idiomas sepamos, mejor resultará todo para nosotros. Más facilidad para encontrar trabajo y más opciones para continuar con nuestra formación.