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Tipos de laboratorios y cómo trabajar en ellos

Alberto Flores

Si hablamos de laboratorios, todo el mundo los asocia con importantes investigaciones y descubrimientos. Sin embargo, más allá de eso, la mayoría desconoce cómo son al detalle o qué hacer para trabajar en uno de ellos.

Hay trabajos para los que todo el mundo tiene claro qué estudiar y los pasos a seguir hasta poder desempeñarlos. Pero también hay otros que resultan bastante más desconocidos. Es lo que sucede con los empleos relacionados a los laboratorios, que para la mayoría tienen que ver con lo que nos muestran en series televisivas como ‘House’ o ‘The Good Doctor’, donde en ellos se analizan diversas pruebas.

Pero lo cierto es que son mucho más que eso y su actividad es bastante más variada. Existen muchos tipos diferentes de laboratorios y en ellos se desarrollan muchos puestos de trabajo. Así que para conocerlos mejor hoy hablaremos sobre qué tipos de laboratorios existen para desarrollar una actividad profesional y los estudios que pueden dar acceso a ellos.

¿Qué laboratorios existen?

Si hablamos de laboratorios, podemos destacar tres tipos: los de mertología, los clínicos y los científicos. Son los más comunes en nuestro país, aunque eso no significa que no existan otros dedicados a actividades diferentes. A continuación explicamos el trabajo que se desarrolla en ellos:

  • Laboratorios de mertología: en este tipo de laboratorios se aplica la ciencia que estudia las unidades y las medidas de las magnitudes. Se clasifican en función de las mediciones que realizan en ellos, que pueden ser de metrología eléctrica, metrología dimensional, ensayo de materiales…
  • Laboratorios científicos: otro de los tipos de laboratorio con más usos es el destinado a fines científicos. Prácticamente la totalidad de las ramas de ciencias naturales se desarrollan y progresan gracias a los resultados que se obtienen en ellos. Aquí podemos hablar de laboratorios de biología, química, física, de suelos o de calidad de agua entre muchos otros tipos.
  • Laboratorios clínicos: son unos de los más comunes en el mundo y en ellos se realizan determinaciones ‘in vitro’ para contribuir al estudio, tratamiento, diagnóstico y prevención de problemas de salud. En ellos trabajan disciplinas como la bioquímica, la hematología, la inmunología o la microbilogía, entre otras, y se suelen estudiar diferentes muestras clínicas humanas o animales.

Estudios para trabajar en un laboratorio

Llegados a este punto, has podido comprobar que existen laboratorios que desarrollan actividades muy diferentes, más allá de los que se dedican a fines médicos. Por ello, dependiendo del laboratorio que nos interese para desarrollarnos como profesionales, los estudios a realizar serán unos y otros. Por ejemplo, es posible optar por la titulación de Técnico de laboratorio realizando un máster o un curso de Técnico Superior.

Otras posibilidades pasan por la universidad, que ofrece salidas para este tipo de trabajos. Aquí los Grados de Ciencias Médicas Básicas, Veterinaria, Biotecnología, Biología, Medicina, Bioquímica y Biología Molecular, Ciencias Biomédicas, Bioquímica, Psicología Forense, entre muchas otras opciones, son algunos de los que ofrecen esta posibilidad. En este sentido, todo dependerá de la rama a la que quieras orientar tu formación universitaria y profesional.