Las entrevistas de trabajo son el método que tienen los encargados de recursos humanos de decidir a qué candidatos contratar y a cuáles no. Por este motivo, es imprescindible causar una buena impresión y poder transmitir que somos la persona idónea para el puesto. Algo para lo que es aconsejable no cometer ciertos errores.
Una entrevista de empleo no suele durar demasiado. Aunque hay algunas excepciones, en la mayoría de casos suele tratarse de una conversación de unos pocos minutos. En ella es habitual repasar cuestiones como el currículo del aspirante, sus metas y aptitudes y algunos rasgos de su personalidad para saber como se adaptaría a la empresa. Y para convencerles de que somos el candidato ideal es importante no caer en los siguientes 5 errores.
Habitualmente los departamentos de recursos humanos realizan una primera llamada telefónica para tomar contacto con el candidato al puesto de trabajo. Aquí, aunque no sea todavía una entrevista como tal, es importante mantenerse atento. Es posible que se nos planteen ciertas preguntas, por lo que mostrar entusiasmo y una buena actitud es recomendable.
A los entrevistadores les gusta que los candidatos hagan sus deberes. Por este motivo, es bastante frecuente que te pregunten qué conoces de la empresa. Si eso llega a suceder es importantísimo saber qué responder, tanto de la empresa en sí como del puesto de trabajo a desempeñar. No saber contestar dará mala impresión y la sensación de que tienes poco interés.
Siempre suele haber una pregunta durante estas entrevistas relacionada con las debilidades y carencias que se tienen como trabajador. Evidentemente, no es inteligente tirar piedras sobre nuestro tejado. Sin embargo, contestar aquello de que se es demasiado perfeccionista u ordenado tampoco es buena idea. Intenta enfocarlo siempre hacia lo positivo y con naturalidad, cuenta algo que te costara más pero expón que has mejorado mucho en ello, lo que dejará claro que saber resolver tus debilidades.
Procura no criticar a tus jefes, compañeros o empresas anteriores, incluso aunque lleves razón. El motivo es claro: causa mala impresión al reclutador y te hará parecer problemático. Procura contar tus experiencias anteriores desde el aprendizaje y la superación.
Como último punto nos centraremos en el currículo, donde debes resumir todas tus habilidades, cualidades y experiencia profesional. Sin embargo, es importante no poner nada en él que luego no puedas poner en la entrevista. Esto lo único que hará será cerrarte puertas tarde o temprano.