Cada día más personas dan prioridad a la estabilidad y seguridad laboral a la hora de decantarse por una u otra profesión. Debido a la situación económica en la que nos encontramos, el sector privado genera menos empleo que el público, motivo por el que muchas personas deciden opositar para conseguir una plaza de empleo en administraciones públicas.
Uno de los casos lo encontramos con los administrativos, una figura fundamental en toda oficina por la que cada vez más gente decide decantarse a la hora de elegir a que dedicarse. Debemos aclarar un matiz ya que muchas personas creen que es lo mismo ser administrativo que auxiliar administrativo y no es así, ya que la formación para cada uno de estos puestos es distinta, al igual que las tareas a desempeñar.
Como hemos comentado anteriormente, no es lo mismo ser un administrativo que un auxiliar. Para empezar, para ser auxiliar únicamente es necesario presentar el Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, mientras que en el caso del administrativo se debe poseer el título de Bachiller o Técnico. A la hora de opositar, las pruebas a realizar son diferentes, al igual que el temario sobre el que se debe trabajar, que en el caso de los administrativos es más extenso con respecto al de los auxiliares.
Los administrativos se encargan de realizar, como su propio nombre indica, las tareas administrativas y de oficina en una empresa u organización. Dependiendo del tamaño de la organización en la que trabajen realizarán tareas más específicas o más genéricas. Es una profesión en la que la polivalencia y transversalidad a la hora de realizar tareas es muy importante. De hecho, el administrativo mejor valorado es el que se muestra capaz de abordar tareas de multitud de áreas o departamentos.
Las funciones más destacadas de un administrativo son tramitar y elaborar documentos y comunicaciones de la empresa, gestionar procesos de tramitación administrativa, supervisar la gestión de tesorería, organizar la gestión administrativa, atender al público… Como hemos dicho antes, se trata de una profesión en la que es necesaria que el trabajador sea polivalente. Por este motivo, el perfil que más se valora es el de una persona resolutiva y dinámica, con capacidad de organización y adaptación, que asuma responsabilidades y que tenga buenas habilidades de comunicación. También se valora de forma muy positiva el dominio de idiomas y los conocimientos en programas informáticos como los del paquete office o de contabilidad.