Estudiar para un examen importante, ya se trate de una oposición o una prueba de la universidad, es una tarea complicada que requiere de tiempo y esfuerzo. Sin embargo, existen algunas técnicas de estudio con las que es posible memorizar el temario de manera más rápida y con menos esfuerzo.
Normalmente para preparar un examen importante es imprescindible dedicar bastante tiempo al estudio del temario. Pero, ¿te imaginas poder conseguir los mismos resultados pero pasando menos horas frente a los apuntes? Sí, lo sabemos, suena bastante bien. Y, aunque parezca difícil de creer, lo cierto es que existen muchas técnicas de estudio diferentes que permiten reducir de manera considerable el tiempo que hay que dedicar al estudio.
Subrayar con colores en función del tipo de dato del que se trate, hacer esquemas, realizar fichas con lo datos claves… Existen muchos métodos para que estudiar sea más rápido y, sobre todo, menos tedioso. Y el método del que vamos a hablar hoy en concreto resulta especialmente efectivo. Se trata del método de memorización efectivo, que tal y como ha comprobado la Universidad de Waterloo, resulta especialmente recomendable para quienes desean dedicar menos tiempo al estudio sin que eso implique un empeoramiento de los resultados.
Este método en concreto consiste en leer en voz alta y escucharse a uno mismo. Esto provoca el conocido como efecto de producción, lo que otorga una ventaja definitiva: es más fácil memorizar las palabras en voz alta que las que únicamente se leen en silencio. De este modo, el método resulta bastante fácil de aplicar, ya que basta con leer el temario en voz alta, prestando atención a lo que se dice, en vez de leerlo en silencio.
Cuando estudiamos, hablar a la vez que escuchamos ofrece una forma mucho más eficaz de memorizar. Y esto hace posible que sea mucho más sencillo retener lo datos en los que se está trabajando. Para comprobar que esto realmente funciona, los investigadores realizaron un estudio en el que los participantes debían memorizar de cuatro formas diferentes: leyendo en voz alta, escuchándose en un audio grabado previamente, escuchando a otra persona leer y leyendo en silencio.
Tras llevar a cabo las diferentes pruebas, pudieron comprobar que los estudiantes que consiguieron recordar mejor fueron los que habían leído ellos mismos en voz alta, escuchándose a la vez, las frases a recordar. “Estos resultados implican que la producción oral es beneficiosa porque implica dos componentes distintivos: un acto motor y una entrada auditiva única autorreferencial", indican los investigadores como conclusión del estudio.