De nada sirve estudiar mucho si no se hace bien. De hecho, se trata de una actividad que si no se hace correctamente puede convertirse en tediosa. Sobre todo si hablamos de temarios con muchos datos y de gran extensión como los relacionados con las asignaturas de historia.

A lo largo de la etapa formativa es bastante frecuente hacer frente a alguna asignatura que resulte más difícil o pesada de lo normal. Y, por norma general, es algo que suele ocurrir con mayor frecuencia cuando se trata de un temario muy extenso y con demasiados datos, lo que lo hace más complejo de aprender. Una situación que se da con bastante frecuencia en los estudios relacionados con la historia. Sin embargo, todo puede volverse más sencillo si se utilizan los métodos de estudio correctos.

Cómo estudiar historia

Antes de comenzar a ofreceros consejos sobre el estudio de historia, lo primero que deberíais tener en cuenta es que lo ideal es contar con un lugar tranquilo para trabajar. Además de esto, resulta bastante útil crear rutinas de estudio como, por ejemplo, estudiar siempre a la misma hora. Esto son cosas que podéis aplicar a cualquier sesión de estudio. Pero en el caso concreto de los temarios largos como los de historia hay más cosas que pueden veniros bien.

Buena comprensión

El primer paso será leer el tema que debamos estudiar. Sin subrayar, hacer resúmenes o ninguna otra actividad similar. Solo leerlo e intentar comprender todo lo mejor posible. Si hay alguna palabra o parte que no hayas comprendido, busca información sobre ello y vuelve a leer esa parte otra vez. De este modo serás capaz de entender el tema que estás trabajando aunque todavía no te lo hayas aprendido bien. Una buena comprensión es la base de todo.

Resúmenes

Ya hemos comprendido la parte del temario que queríamos trabajar, así que a partir de aquí nos resultará mucho más fácil hacer resúmenes y esquemas. Eso sí, antes de ponernos manos a la obra es aconsejable subrayar el texto para destacar las partes más importantes. Estas partes serán las que debamos incluir en nuestros resúmenes y fichas. Así podremos repasar todo lo relevante de un vistazo.

Datos clave

En este tipo de temarios, conocer datos clave como nombres, fechas o lugares es muy importante. Por tanto, memorizarlos todos es vital. Una técnica para facilitarte la tarea consiste en utilizar el subrayado de colores. Por ejemplo, utiliza el rojo para nombres importantes y el verde para las fechas. También puedes añadir el azul para los lugares. Esto te ayudará a identificar e interiorizar todo de forma más sencilla.

Simulacro de examen

El último consejo sobre estudiar historia que vamos a ofrecer tiene que ver con ponerse a prueba. En este sentido tenemos varias opciones: desde intentar explicar a otra persona todo lo que hemos estudiado, hasta coger un folio y desarrollar el tema como si de un examen se tratase. Esto servirá para conocer qué partes del temario dominamos y en cuáles deberíamos trabajar más en las siguientes sesiones de estudio.