Llega un momento en el que todos los padres deben tomar una decisión clave para el futuro de sus hijos: elegir el centro educativo en el que matricularlos. Algo que muchos pueden pensar que no es de gran relevancia pero que, sin embargo, resulta fundamental de cara a la vida educativa de los niños. Pero, ¿qué tener en cuenta a la hora de decantarse por un colegio u otro?
Lo cierto es que son muchas las claves que tener en cuenta y podríamos decir que todo cuenta a la hora de tomar la decisión. Aunque, eso sí, hay algunas cosas que tienen más relevancia que otras. Así que si no tienes claro cómo proceder para llevar a cabo tu elección, hoy vamos a ofrecerte cuáles son las principales claves a tener en cuenta para elegir colegio para tus hijos.
El primer punto a tener en cuenta tiene que ver con la cercanía, ya que seleccionar un centro educativo que esté demasiado lejos podría llegar a convertirse en un problema. Valora opciones que estén cerca de tu vivienda, del trabajo o incluso de la casa de los abuelos. De este modo podréis perder el mínimo tiempo posible durante los trayectos.
Los valores del centro educativo también son uno de los factores clave para decantarse entre un colegio u otro. Todo suele girar en torno al ideario que tenga el centro: desde sus talleres y enseñanzas, a las actividades que ofrezcan. Y esto es algo que jugará un papel protagonista en su aprendizaje a lo largo de los años.
El nivel académico de la escuela también es algo importante, ya que sirve para hacerse una idea de cuál es el nivel medio de formación que reciben los alumnos. En este sentido, lo ideal es que busquemos un colegio con un nivel alto, lo que garantizará que la formación que reciban nuestros hijos es la adecuada.
A día de hoy contar con un buen nivel de idiomas extranjeros es algo muy positivo. Por ello, es buena idea valorar si existe la posibilidad de que los hijos reciban formación en un centro bilingüe. Cada vez hay más opciones de este tipo, así que en caso de que puedas acceder a ellas deberías tenerlo en cuenta.
El último factor a valorar del que vamos a hablar tiene que ver con el número de alumnos. Está demostrado que generalmente las clases con unos 20 o 25 alumnos son mejores que las que superan dicha cifra. Y es que cuantos menos alumnos son por aula, más personalizada es la atención.