Ya sea para la preparación de un examen, por un trabajo o por cualquier otro tipo de prueba académica, estudiar resulta clave. Y para conseguir los mejores resultados posibles es imprescindible que el rendimiento sea el máximo durante las sesiones de estudio. Para conseguirlo deberías evitar ciertos errores frecuentes al ponerte frente al temario.
Cada etapa formativa cuenta con dificultades para quienes la cursa. Preparación de trabajos, resúmenes, esquemas, exámenes… Y para superarlas con éxito es necesario contar con buenas rutinas de estudio. Sin embargo, hay algunos aspectos que todas esas etapas tienen en común, ya sea para preparar selectividad o para superar un grado universitario: los errores que se cometen a la hora de estudiar.
En la mayoría de casos, además, siempre suelen ser los mismos. Las distracciones y las pérdidas de tiempo en ocasiones se vuelven protagonistas cuando estamos frente a los apuntes. Y, aunque pueda parecer que únicamente perdemos un par de minutos, lo cierto es que provocan que la caída de rendimiento sea bastante notable. Es por eso que hoy vamos a recopilar cuáles son los errores más graves que no deberías cometer para mantener la productividad durante tus horas de estudio.
El primer gran error suele estar relacionado con las interrupciones. No importa por el motivo que se den o que únicamente supongan unos cuantos segundos de parón ya que implican una gran bajada de rendimiento. Y si son numerosas los resultados caen en picado. Esto se debe, principalmente, a que recuperar el ritmo y la concentración después de haber parado es bastante complicado.
Las distracciones están muy unidas a las interrupciones hasta ser otro de los grandes enemigos a evitar durante las horas de estudio. En ocasiones nos distraemos sin llegar a darnos cuenta de ello, simplemente porque cualquier cosa llama nuestra atención. Al igual que las interrupciones, esto provocará una gran bajada de rendimiento. Para evitarlo basta con tener un lugar en el que estudiar tranquilo y lejos de la televisión, el ruido y similares.
Un buen plan de estudio siempre se basa en una buena organización. Así que si queremos que nuestras sesiones de trabajo sean lo más provechosas posibles deberíamos evitar la desorganización. Para ello es buena idea planificar el trabajo a realizar cada día y marcar objetivos a corto, medio y largo plazo. De este modo sabrás lo que hacer en cada jornada y podrás comprobar si estás avanzando lo suficiente.
Cuando hablamos de internet podemos hacerlo de dos maneras. Por un lado, como un gran aliado para nuestras sesiones de estudio por todo lo que nos puede brindar. Pero por otro, como una fuente inagotable de distracción. Si no necesitas internet para trabajar en el temario, procura activar el modo avión para que nada te moleste y que no caigas en el error de acabar mirando Instagram en vez de estudiando.