Conseguir una plaza de funcionario a través de una oposición es una tarea que requiere de bastante esfuerzo y sacrificio. De hecho, son muchas las personas que se dedican a tiempo completo para conseguirlo. Sin embargo, también hay aspirantes que deben compaginar la preparación con un trabajo, lo que hace que todo se vuelva todavía más complicado.
Una oposición es como una carrera de fondo. Un periodo de tiempo en el que el estudio del temario y la preparación de las diferentes pruebas a las que habrá que hacer frente marcará la diferencia. Por este motivo lo recomendable es que la preparación sea tomada en serio desde el primer minuto, dedicando al estudio el tiempo equivalente al de una jornada de trabajo para llegar lo mejor preparado posible al examen.
Pero lo cierto es que no todo el mundo puede dedicar tanto tiempo a la preparación. Muchos de ellos porque tienen otras actividades que también requieren de cierto tiempo. Mientras que otros, directamente, porque ya tienen una jornada laboral a la que hacer frente además de la preparación de la oposición.
La primera pregunta entre las personas que están trabajando y deciden preparar oposiciones siempre suele ser la misma: ¿es una misión imposible? Lo cierto es que resultaría más aconsejable poder dedicar más tiempo a la preparación, aunque con esfuerzo es posible conseguir una plaza de funcionario a pesar de estar trabajando durante el periodo de preparación.
Eso sí, lo normal es que el proceso requiera más tiempo y esfuerzo por parte del aspirante. Y precisamente por ello resulta imprescindible contar con una mejor organización, una mayor constancia, algo de ayuda e intentar exprimir tus posibilidades al máximo.