La Formación Profesional cada vez está más de moda a la hora de decantarse por la manera de ampliar conocimientos teóricos y prácticos de cara al acceso al mercado laboral

Lo más importante a la hora de acceder al mercado laboral, junto a la experiencia, es estar bien formado. Hoy en día, y cada vez más, una de las opciones más llamativas para las personas que quieren ampliar sus conocimientos en un área determinada es la Formación Profesional. Y es que, en un mercado mundial en el que la competitividad es cada vez mayor, en el que los cambios tecnológicos están a la orden del día, con la exigencia continua de nuevas necesidades de capacidades y destrezas para la adecuación a las empresas, estudiar un ciclo formativo es cada vez más atractivo.

La razón es sencilla: el punto fuerte de la Formación Profesional es la formación práctica, preparando al alumnado para la actividad en un campo profesional determinado, facilitándole el acceso al empleo así como la adaptación a los cambios del mundo laboral y la participación activa en la vida social, cultural y económica. 

Este tipo de estudios se organizan en ciclos formativos, que pueden ser de grado medio o de grado superior. Los ciclos formativos se dividen en varios módulos profesionales, es decir en asignaturas, teóricos y prácticos. En ellos se incluye la Formación en Centros de Trabajo, la cual consiste en realizar prácticas formativas dentro de una empresa en la cual un tutor laboral asesorará al estudiante, en colaboración con el tutor del centro educativo.

Así, en las enseñanzas de grado medio y de grado superior se combinan contenidos teóricos y prácticos; se potencia la creatividad, la innovación y la iniciativa emprendedora; se fomenta el trabajo en condiciones de seguridad y salud y se previenen los posibles riesgos laborales y medioambientales derivados del mismo. Igualmente, la Formación Profesional consolida hábitos de disciplina, trabajo individual y en equipo y fomenta el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, así como las lenguas extranjeras necesarias en su actividad profesional, entre otros valores añadidos.

Con estas ventajas y esta metodología no es de extrañar el aumento del alumnado matriculado tanto en ciclos de grado medio como en ciclos de grado superior, pasando de 462.492 alumnos en el curso 2007-2008 a 810.621 estudiantes en el curso pasado, según los datos facilitados por el Gobierno de España.

¿Cómo acceder?

Para entrar a cursar un ciclo formativo de grado medio es necesario poseer el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En relación al acceso a las enseñanzas de grado superior hay que estar en posesión del título de Bachiller. Igualmente, existe una opción para las personas que no tengan ninguna de estas dos titulaciones y quieran entrar a cursar un cliclo formativo y es que se puede realizar una prueba específica para cada uno de los niveles formativos, la cual habrá que superar para acceder.

Las titulaciones que se consiguen al superar los ciclos formativos, bien sea de grado medio o de grado superior, tienen validez en toda España.