Estudiar un nuevo idioma es una decisión inmejorable, sin lugar a dudas. Sin embargo, a la hora de elegir una nueva lengua que aprender existen muchas opciones por las que decantarse. Y lo cierto es que no todas son igual de atractivas.
Aprender una lengua diferente a la materna ofrece muchas ventajas en diferentes ámbitos de nuestra vida: a nivel formativo, en el ámbito laboral y, como no, a nivel personal. Esto es algo que se multiplica si la elección del idioma a aprender tiene que ver con uno popular y de gran utilización en el mundo. Por este motivo el inglés suele ser la primera opción para la mayoría, ya que se hablar prácticamente en cualquier país y es el que más beneficios suele ofrecer.
Aunque esto no significa que optar por otras posibilidades sea mala idea. Hay otros idiomas que también pueden ser muy beneficiosos para nosotros como el chino, el francés, el alemán o la lengua de la que hablaremos hoy: el italiano. ¿Merece la pena aprender italiano? La respuesta está clara: sí que merece la pena. Y vamos a demostrarlo con cinco grandes motivos por los que no deberías dudar de ello.
Se habla en muchos países: aunque la percepción es de que únicamente se habla en Italia, también es una lengua utilizada en San Marino, Ciudad del Vaticano, Eslovenia y Croacia. Se estima que hay unos 90 millones de personas para las que esta lengua es su primer idioma.