Una de las partes más complicadas para obtener el carnet de conducir de tipo B tiene que ver con el examen práctico. Algo que se vuelve aún más difícil si tenemos miedo a ponernos al volante. Sin embargo, existen ciertos consejos a través de los cuales es posible dominar esa sensación de miedo e inseguridad.

Conducir no es una tarea fácil, ni mucho menos. Sobre todo para quienes están dando clases prácticas o acaban de sacarse el carnet y todavía no se sienten seguros al volante. El miedo a llevar un coche o moto es uno de los más comunes entre los españoles, hasta el punto de que algunos estudios señalan que cerca de un 20% de los conductores llegan a sufrir ansiedad mientras están conduciendo.

En algunas ocasiones esa sensación de miedo es tan grande que muchos desisten de intentar sacar el permiso de conducir o, aunque lo consigan, no vuelven a conducir nunca. En estos casos, el miedo puede convertirse en una fobia, la amaxofobia, y es necesario hacerle frente de manera controlada para poder superarlo.

Amaxofobia: qué es

Si el miedo de coger un vehículo va más lejos de lo racional, es cuando deberíamos hablar de amaxofobia. Según el diccionario de la lengua española, el significado de esta palabra es claro: se trata de la fobia a conducir un vehículo o viajar en él. De manera que el miedo no solo es a conducir, sino también a los posibles comportamientos de otros conductores.

Y superar esa fobia, como sucede con otras, no es sencillo. Lo mejor pasa por hacerle frente con ayuda y una actitud positiva. Existen muchísimas técnicas de relajación en ese sentido, además de ser recomendable implementar un plan de enfrentamiento que nos permita hacer frente al miedo de manera gradual para que, poco a poco, acabe desapareciendo.

Cómo superar el miedo a conducir

Pero cuando hablamos de miedo a conducir no siempre tenemos porque referirnos a una fobia. En la mayoría de ocasiones solo se trata de inseguridad, lo cual hace que todo sea mucho más fácil de tratar. De hecho, traemos cuatro consejos con los que te resultará un poco más fácil hacer frente a la conducción.

• Distracciones: evitar las distracciones resulta clave para tener todo bajo control al volante. Así que las primeras veces evita conversar con otras personas o hacer otras actividades y céntrate únicamente en conducir.
• No pensar demasiado: si pensamos mucho y somos negativos las posibilidades de fracasar aumentan. Por ello, lo mejor es intentar dejarse llevar mientras estemos al volante para que todo fluya sin pensar constantemente en todo lo malo que puede pasar.
• Recorridos breves: para comenzar es recomendable transitar por caminos cortos y que conozcamos bien. Prueba a hacerlos todos los días hasta que, poco a poco, vaya aumentando tu seguridad en la conducción. Cuando te encuentres seguro será el momento de ir un paso más lejos.
• Avanzar: cuando llegue el momento en el que te sientas cómodo, significará que hay que dar un paso más. Intenta ir un poco más lejos cada vez que conduzcas, sin prisa pero sin pausa. Así conseguirás alcanzar tus objetivos y ganar confianza.