Si hablamos de estudiar, sin importar de si se trata de la universidad, un examen de idiomas o una oposición, ser eficiente es fundamental. Sin embargo, en muchas ocasiones no somos conscientes de la cantidad de tiempo que podemos llegar a perder simplemente por contestar a un mensaje o por no ser puntuales con nuestras sesiones de estudio. Malos hábitos que pueden hacer de la preparación de un examen una auténtica pesadilla.
Ser eficientes a la hora de estudiar es algo muy positivo que nos permitirá ahorrar tiempo y esfuerzo. Sobre todo si lo comparamos con las largas sesiones de hincar codos en las que, aunque estemos horas y horas, el rendimiento es realmente bajo. Estas últimas suelen tener siempre algo en común: malos hábitos a la hora de estudiar. Y cuando hablamos de malos hábitos en este sentido hacemos referencia a no dedicar el esfuerzo y la concentración necesaria a esta tarea y a dejarse llevar por los ladrones de tiempo.
Es posible que pienses que por contestar un mensaje o mirar algo en el móvil solo un momento no pasa nada. Sin embargo, lo cierto es que son pequeños errores que, si los sumamos, se traducen en una pérdida significativa de tiempo. Y a nadie le gusta tener que estar frente a unos apuntes cinco horas cuando podría haber dejado todo listo en solo tres. Así que vamos a recopilar los principales errores a evitar durante las sesiones de estudio para mantener nuestro rendimiento al máximo.
Lo primero que debemos evitar son las interrupciones. Tanto si vamos a estudiar, como si estamos haciendo cualquier otra actividad importante. Puede que parezca que solo se trata de una pequeña parada. Sin embargo, aunque solo se trata de una interrupción de segundos, echará por tierra nuestra concentración y llevará a nuestra mente a otra parte, por lo que nos costará mucho más volver al estado de concentración que teníamos previamente. Y eso puede implicar una gran pérdida de tiempo.
Otro punto tiene que ver con las distracciones, que al igual que sucede con las interrupciones, también es imprescindible evitarlas. En este caso, debemos intentar estudiar en un lugar tranquilo en el que podamos estar relajados. Sin otros estímulos que puedan llamar nuestra atención. Lo idóneo es activar el modo de tarea única, dejando a un lado todo lo demás. Estudiar con la televisión de fondo o con música también es una mala idea.
Contar con una planificación de nuestras sesiones de estudio nos ayudará a luchar contra los malos hábitos. Pero para ello primero debemos cumplir con lo que nos hemos propuesto. Lo idóneo, por tanto, es ser estrictos con nuestro plan de estudio y fijar un horario cada día en el que trabajar nuestro temario. Ser puntual y llevar nuestras tareas al día nos permitirá evitar los atracones de estudio típicos de los días previos a un examen.
No caigas en la tentación de procrastinar y dejar tareas que podrías hacer hoy para otros días. Esto es algo que normalmente se traduce en que, a posteriori, tendremos que trabajar mucho más de lo planificado. Por ejemplo, mejor estudiar un par de horas todos los días y que sea un tiempo de calidad, que dedicar ocho horas del tirón porque no hemos hecho nada previamente durante toda la semana.
Sabemos que no caer en algunos de estos malos hábitos puede resultar complicado. Sin embargo, si contamos con una buena planificación para nuestras sesiones de estudio todo será más fácil. De este modo, trabajaremos por objetivos y sabremos qué tiempo debemos dedicar cada día a trabajar nuestro temario. Algo que nos facilitará el estudio y que hará más complicado que sucumbamos ante estos ladrones de tiempo que tanta eficiencia pueden restarnos.