A la hora de postularnos para un puesto de trabajo es aconsejable entregar una carta de presentación con la que la empresa se haga una idea de qué tipo de candidato somos. Te contamos todo lo que debe contener y los tipos que existen.
Si te encuentras sin trabajo y estás buscando un nuevo empleo, debes saber que la mejor opción para conseguirlo es contar con una buena primera imagen. Y, en este sentido, esa primera impresión suele ser nuestro currículo en el que detallamos aspectos como nuestra formación y experiencia laboral. Pero… ¿Es suficiente? La realidad es que si quieres ser considerado como el candidato o la candidata perfecta puedes hacer algo más: incluir una carta de presentación.
Se trata de un escrito a incluir en nuestra postulación al empleo en el que nos presentaremos de forma breve a la empresa. En él, además, debemos destacar nuestros puntos fuertes y el motivo por el que estamos interesados en trabajar con ellos. De este modo mostrarás un nivel de interés más elevado que quienes únicamente adjuntan el currículo y esperan una llamada.
Dependiendo de cómo sea tu contacto con la empresa en la que estés interesado trabajar, existen diferentes tipos de cartas de presentación. Podríamos dividirlos en tres principalmente: de respuesta, de autocandidatura y de recordatorio.
El primer tipo de carta de presentación del que hablaremos será del que tiene lugar cuando se responde a una oferta de empleo que ha publicado una empresa. En este sentido, como tendrás información sobre el puesto a desempeñar y detalles sobre la oferta en sí, deberías enviar junto al currículo una carta en la que te presentes y que sirva como distinción sobre el resto de candidatos. Expón tu valía para el puesto, tu interés en trabajar con ellos y todo lo que consideres interesante.
Otra posibilidad surge cuando no hay un anuncio u oferta de empleo pero queremos trabajar en una empresa determinada. En este sentido, además de enviar nuestro CV, también es aconsejable adjuntar una carta de presentación en la que expliquemos por qué estamos interesados en trabajar con ellos y nuestros principales puntos fuertes para que nos tengan en cuenta.
Si has enviado una carta de presentación y tu CV pero no has obtenido respuesta, puedes optar por las cartas de recordatorio. Este tipo es aconsejable realizar, sobre todo, si hemos actualizado nuestros datos con nueva experiencia o formación. Aunque también es posible realizarlo únicamente para recordar nuestra candidatura y que nuestro interés continúa existiendo.
Una vez repasados los diferentes tipos de carta de presentación que podemos enviar a las empresas, resulta importante saber las claves para que esta sea exitosa. Para ello debes tener en cuenta los siguientes aspectos: