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¿Cómo aprobar un examen tipo test?

Alberto Flores

Existen muchos tipos de ejercicios diferentes para poner a prueba los conocimientos sobre un temario. Uno de ellos son los exámenes de tipo test, que ofrecen varias opciones de respuesta en la que solo una es correcta. Te ofrecemos consejos para afrontarlos con más preparación.

Ya sea porque estás preparando unas oposiciones, el carnet de conducir o porque en el periodo formativo en el que te encuentres te han fijado un examen tipo test, lo más normal es que durante tu vida tengas que enfrentarte a una prueba de este tipo. Muchos te dirán que no debe haber diferencias entre cómo afrontar un examen normal, de desarrollo, y uno tipo test. Sin embargo, pese a que en las dos ocasiones haya que mostrar nuestros conocimientos, no tienen absolutamente nada que ver.

En los exámenes tipo test la memorización no es tan importante como en otro tipo de pruebas. Además, suelen estar formados por muchas más preguntas que en un examen normal. Entonces, si son tan diferentes, lo ideal es que sepamos como afrontarlos y lo preparemos todo de una manera más específica. Por este motivo hoy te ofrecemos algunos consejos para facilitarte el camino hacia una buena nota en un examen de tipo test.

Estudia diferente

El estudio es imprescindible, que no te engañen. Eso sí, es posible afrontarlo de una manera diferente para conseguir mejores resultados. Aquí los resúmenes, por ejemplo, no son tan buenos aliados ya que podemos dejar de lado conceptos que aparezcan en el examen. Intenta comprender todo en vez de memorizar, ya que muchas de las preguntas podrás contestarlas si razonas.

Practicar

La práctica nos hace mejores. En prácticamente todos los ámbitos de la vida. Y no iba a ser menos con los exámenes de tipo test. Haz todos los que puedas, cuantos más mejor, ya que esto te ayudará a ganar velocidad y te hará llegar más preparado al día del examen. Estarás familiarizado con las posibles preguntas que te puedes encontrar y la manera de formularlas, lo que te hará todo más sencillo.

Instrucciones

Una vez lleguemos al día del examen, hay un momento que resultará clave para el desarrollo del mismo: en el que nos explican las instrucciones. Aquí, sea atendiendo al máximo o leyéndolas al detalle, nuestra atención debe ser la mayor posible. Así conoceremos si las preguntas pueden tener más de una respuesta correcta, los puntos que vale cada una o si los fallos penalizan.

A por las fáciles

Estos exámenes suelen incluir una gran cantidad de preguntas así que lo mejor es primero asegurar las que sabemos seguro. Para ello debemos responder inicialmente a todas las que nos resulten fáciles, a las que sabemos las respuestas. Y dejar para más tarde las que nos ofrezcan dudas para poder dedicarles más tiempo después pero solo tras haber contestado y asegurado los puntos de las que sí que sabemos.

Las preguntas difíciles

Como hemos dicho antes, es muy posible que los fallos resten puntos en este tipo de examen. Aunque también hay veces en las que no. Si no restan, el consejo es sencillo: responde absolutamente a todas las preguntas. Pero si estás en una oposición y los fallos penalizan, la cosa cambia. En este caso solo debes contestar si estas casi seguro de que la opción es adecuada.